A pesar de la conservación de bastante información histórica en archivos, bibliotecas, instituciones…, es una realidad la dificultad existente, particularmente, para los que desean iniciarse en la investigación histórica. Una de las razones es debida a que gran parte de la información disponible, básicamente fuentes escritas, se halla fragmentada y dispersa, y con muchísima frecuencia con serias dificultades para acceder a su consulta. Sabemos que la conservación del patrimonio documental es crucial para seguir profundizando en el conocimiento histórico, pero lo es más aún el poder acceder a él. ¿Qué sentido tiene que la sociedad «almacene» información, si luego no puede ser consultada con facilidad? Ninguno. Así, el principal escollo que debe sortear el investigador novel es la gran cantidad de «obstáculos» que aparecen en las distintas administraciones para acceder y trabajar con los documentos, una circunstancia que en nada facilita la investigación.
Sirva esta sección para facilitar el acceso e intercambio de información, y paliar en lo posible todas esas necesidades, e inquietudes, que afloran a la hora de afrontar una investigación histórica.